sábado, 25 de noviembre de 2017
SERPIENTES
La cultura Santa María se desarrolló entre los años 900/1000 a 1480 de nuestra era , fechas dinámicas como fruto de nuevas investigaciones y hallazgos arqueológicos y estudios antropológicos que modifican fechas y lugares. Esta cultura surgió en el valle del mismo nombre en Catamarca; se extendió por el Cajón, Calchaquí y valles transversales. Su influencia llegó al área de de Andagalá y Hualfín , incluso hasta el Valle de Catamarca en el sur de la provincia. Iskay Purajúma Amáru: serpiente de dos cabezas (del quichua, “iskay”: dos; “uma”: cabeza, y “amáru”: serpiente). Es el dibujo mayor representación en toda la arqueología precolombina. Representa según la cosmovisión precolombina el símbolo Pacha, en todas sus acepciones y advocaciones, en tanto sacralidad suprema, tiempo, espacio, mundo, tierra, universo, y muy especialmente (en nuestro Noroeste) en su advocación de Pacha Mama (Madre Tierra), dador o dadora de vida, la fertilidad y la buena cosecha. A este concepto básco de la espiritualidad andina y amerindia debe referirse a la doctrina de Pacha, quien posee numerosas advocaciones referentes a la misma sacralidad y mitogramas serpentiforme,tales como Pacha tata (Dios Padre); Pachakámaj (trueno – relámpago – rayo –fuego); Pachakánchay (Señor de la luz); Pachakútij (Señor del eterno retorno). La serpiente se halla en el Mundo Supremo (Hanan Pacha) como el símbolo Hatun Amaru; pero tambien en el Mundo Subterráneo (Uray Pacha) como Sacha Mama(bicéfala), como fuente u origen del agua; Yacu Mama (monocéfala), y como Ashpa Machájhuay o Serpiente de Tierra, símbolo mortuorio o funerario.